Blog

ATRAPAD@ EN EL PENSAMIENTO salir del remolino de la mente

Por Maribel Saiz cayuela. Lda. ciencias biológicas. PGD dietética y nutrición. Profesora certificada de yoga sanador tibetano Lu Jong. Especialista en aromaterapia científica  

Libera tu pensamiento o pensamientos recurrentes con esta práctica de atención con aromaterapia.

¿Qué va a suceder?, ¿Qué hago?, ¿Qué es lo primero?, ¿Por donde empiezo?, ….

Seguro que muchas de estas preguntas rondan tu mente agitada por el momento que estamos viviendo, “sí, ahora estoy en casa… pero es que tengo tantos interrogantes??????????.

Rara vez sabemos que hacer cuando nuestra mente queda atrapada en pensamientos recurrentes, pero persistimos en permanecer ahí, es como si no pudiéramos desenchufarnos de la mente, luego la emoción sigue al pensamiento y un nuevo pensamiento nos atrapa, en un sinfín de preocupaciones, que ya todos sabemos no nos llevan a ningún lugar.

Es entonces el momento de salir de nuestras cabezas y entrar en nuestro cuerpo.

La situación no es fácil y en parte es normal pasar por un ciclo de pensamientos repetitivos, entonces, es el momento de formularse algunas preguntas: ¿puedo salir de ahí? ¿Cómo puedo «detener» mi mente?. Quizás también sea el momento de ir más allá e intentar identificar que hay detrás de tanta agitación mental, entrar en nuestro cuerpo y comenzar a sentirlo, eso puede comenzar a ayudarnos.

Práctica sencilla para salir del remolino de la mente:

  1. Añado 3 gotas de aceite esencial de Naranjo amargo-hojas, en la palma de mis manos, luego las llevo a mi nariz en forma de cuenco, e inhalo profundamente, retengo ligeramente el aire y lo suelto lentamente, así de 3 a 7 veces.
  2. Me siento en el suelo, con las piernas cruzadas y la columna erguida, si no podemos cruzar las piernas como un yogui, puedo estirarlas y mantener la espalda apoyada en la pared o con un cojín, también puedo sentarme tranquilamente en una silla con respaldo, con los pies bien apoyados en el suelo y la columna bien erguida o puedo estirarme en el suelo con las piernas recogidas…
  3. Sitúo las manos sobre mi vientre, respiro profundamente y hago silencio intentando sentir el cuerpo, recorro con mi mente las diferentes partes del cuerpo, me abro a un nuevo espacio, el de la tranquilidad, es hora de entrar en tu cuerpo. Dirijo mi atención a las sensaciones de mi cuerpo y observo cómo la incertidumbre, el miedo, y la ansiedad pueden sentirse como una experiencia corporal, en ese momento. Esto nos ayuda a salir poco a poco de nuestros pensamientos…Dejo espacio a esos sentimientos y los observo, sin dejarme llevar por ellos…me concedo mi tiempo…
  4. Entonces respiro profundamente por la nariz llevando el aire hacia el vientre, inhalando tanto aire como me sea posible, así realizo 3 inspiraciones profundas y suelto lentamente, dejando ir y soltando con cada espiración.
  5. Realizo entonces otra respiración profunda, llenándome de aire, que suavemente levanta mi abdomen y cuando ya me siento lleno, realizo una breve retención para luego soltar lentamente. Así 4 veces más. Puedo en este momento visualizar mi abdomen de un color naranja profundo y luminoso.

Comienzo entonces a sentir mi cuerpo, mi mente se calma, me abro a otra perspectiva de la situación, quizás puedo empezar a mirar de otra manera…

Esta práctica tan fácil nos ayuda a calmarnos y a estar más presentes en nuestro cuerpo, si la realizas antes de acostarte, seguro que estos días, podrás incluso dormir mejor.

La respiración es vida y cuando ponemos nuestra atención en la respiración, podemos conectar con la energía más sutil e integrarla en nuestras células, hay un lugar más allá de la tormenta.  

Cuando estoy en mi cuerpo me doy cuenta de que, no puedo luchar contra la tormenta, por mucho que lo intente no voy a hacer que pase, a veces toca parar, ver y dejar pasar, sin ofrecer resistencia, tampoco significa “tirar la toalla”, es un ceder y abrirse a la compasión por nosotros mismos, somos tan pequeños en este infinito universo….entonces nos damos cuenta que lo que cuenta precisamente es lo que haga sobre mí mism@, más tanquil@, más sosegad@, de nada me sirven ya las proyecciones de mi mente.

Entonces por fin he llegado a mi cuerpo, encuentro la calma en medio de la tormenta, siento la luz a mi alrededor, los sonidos, la música…Extiendo ahora la conciencia más allá de mi mismo y siento la paz y la quietud del momento presente

¡qué belleza la del momento presente¡.

  1. Para terminar, y en este nuevo lugar en el que te encuentras mindfulness, y desde lo más profundo de tu corazón, puedes enviar amor y compasión, como un ungüento curativo hacia tus seres queridos, hacia todos los seres y hacia nuestro amado planeta.

Namasté

Maribel

Maribel Saiz

No Comments

Leave a reply